INTERMITENTE, CUESTIÓN DE SUERTE, ABSTEMIO, ASUNTO EXTRAÑO Y BORRACHERA.

Dos amigos van en coche, y el que conduce le dice a su amigo:

-Por favor, bájate y dime si funciona el intermitente.

El amigo baja del coche y le dice:

-Ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no.

Le dice un amigo a otro:

-¡Mi mujer tiene mucha suerte! Sale a la calle y se encuentra un anillo de oro, poco después un par de zapatos nuevos y al día siguiente un abrigo de visón. Yo, en cambio, tengo una suerte espantosa: para una vez que encuentro algo, son unos calzoncillos en mi cama y, ¿te lo puedes creer?, ¡me están grandes!

Un amigo se encuentra con otro en la calle y, como no se habían visto en mucho tiempo, le invita a tomar una copa. El invitado responde que ha dejado de beber tras cumplir tres años de casado.

-Y eso, ¿por qué? -quiere saber.

-Me ha vuelto abstemio -explica-, porque prefiero no emborracharme para no ver a mi esposa dos veces.

Estaban dos amigos en un bar hablando de negocios, cuando de pronto entra un caballo y le dice al camarero:

-Sírveme una copa.

A los dos minutos vuelve a decir:

-Ponme otra copa.

Después de haberse bebido varias botellas, el caballo sale del bar. Al verlo, uno de los parroquianos, que ya estaba medio borracho, pregunta a otro:

-Oye, ¿no has visto algo raro?

-Pues ahora que lo dices, sí. ¡Se ha marchado sin pagar!

Después de un copioso almuerzo regado con dos botellas de vino, dos albañiles vuelven a su trabajo en el séptimo piso de una obra. Una vez allí, uno le dice al otro:
-¡Ay, Rafael! ¡Lo que he bebido en la comida!
-Pues nada; ahora te pones a trabajar y la borrachera se te pasa.
-¡Huy, qué borrachera, Rafael! Creo que me voy a caer.
-Sujétate bien, debes ponerte el arnés de seguridad.

Al rato sigue insistiendo con lo mismo:
-¡Rafael, que me voy a caer!... Mira, Rafael, me voy a tirar, porque de todos modos me voy a caer.