En un momento de confidencias, un amigo le dice a otro:
-Llevo casado 20 años y sigo enamorado de la misma mujer.
-Eso me parece admirable en un hombre en la actualidad -responde el amigo.
-Sí, pero también es peligroso. Si se entera mi mujer, ¡me mata!
Tres amigos van en el coche por el desierto. De repente el vehículo se avería y tienen que seguir a pie, pero cada uno decide llevarse una pieza del automóvil.
-Yo me llevo el radiador -dice el primero-, porque si tenemos sed podremos beber.
-Yo me llevo uno de los asientos -responde el segundo-. Puede venirnos bien para descansar.
-Y yo la puerta -contesta el tercero.
Los otros dos, intrigados, le preguntan:
-¿Y para qué quieres la puerta?
-Pues porque si tengo calor, abro la ventanilla y me refresco.
Tres amigos se encuentran en la cima de una montaña y uno de ellos dice:
-Esta montaña es mágica. Si queréis que se cumplan vuestros deseos, debéis lanzaros y pedir lo que queréis.
Va el primero, se lanza y durante la caída dice:
-¡Mujeeeeeereeeeeeees!
Y justo cae en una montaña de mujeres. Va el segundo, se tira y dice:
-¡Oooooooroooooo!
Y cae en una auténtica y gran montaña de oro.
Le toca el turno al tercero, pero como no sabe que ha pasado con los otros dos, decide que es mejor volver sano y salvo a casa, de modo que comienza a descender, con la mala suerte que tropieza con una piedra, cae y grita:
-¡Mieeeeeerdaaaaa!
Dos amigos se encuentran por la calle y le pregunta uno al otro:
-¿Cómo se llama tu hijo?
-Cola Cao.
Aunque no le dice nada, el primero piensa que es un hombre realmente ridículo, pero decide que es mejor no ofenderle. Y para romper la tensión le pregunta cómo se llama su hija.
-María -dice el otro.
Ahí ya no se puede contener y estalla:
-¡Ja, ja, ja, ja! ¡María! ¡Como las galletas!
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