-Hijo, cuando veas a tu madre esta noche, entrégale este sobre y dile que, como ya tienes 18 años, este será el último cheque que recibirá de mí para tu sustento. Después mírala con atención para ver qué cara pone.
-Está bien, papá. -Responde el hijo.
Una vez en casa, el hijo le dice a su madre:
-Mamá, papá me ha pedido que te entregue este sobre. Ha dicho que como ya tengo 18 años, este será el último cheque que te va a dar para mi sustento. Ahora se supone que debo mirarte con atención para ver la expresión de tu cara.
-Hijo, la próxima vez que visites a tu padre, por favor dile que después de 18 años he decidido informarle de que él no es tu padre. Eso sí, después fíjate bien a ver qué cara se le queda.
¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!
Una señora va a hacerse el pasaporte y el funcionario le pregunta:
-¿Cuántos hijo tiene, señora?
-Diez. -Responde ella.
-¿Y cómo se llaman?
-Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo y Bernardo.
-¿Todos se llaman Bernardo? -pregunta asombrado el funcionario.
-Sí, señor, tal como lo ha escuchado.
-¿Y cómo les llama para que vengan?
-Muy simple. Grito BER-NAR-DOOO y todos entran.
-¿Y si quiere que vayan a comer?
-¡Igual! Grito BER-NAR-DOOO y todos se sientan a comer.
-¡Pues sinceramente no lo entiendo! Si usted quiere hablar con uno en particular, ¿que hace?
-¡Ah! En ese caso lo llamo por su apellido.
¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!
Había una señora que tenía tres hijos. al mayor, Pantaleón, le llamaban "Panta"; al mediano, Lorenzo, le llamaban "Lencho", y al pequeño, Joaquín, le llamaban "Quin".
Como tenía debilidad por su hijo mayor, no cesaba de alabarlo en público. Una vez en una reunión dijo a los presentes:
-De todos mis hijos, el más guapo es Panta.
A lo que un borracho que andaba por allí le contestó:
-¡Cuánto lo siento, señora! ¡Si el más guapo espanta, no quiero ni imaginar lo horroroso que será el más feo!
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